Cuando buscamos la definición de Mediación en las principales opciones que encontramos en nuestro buscador de confianza, siempre aparece, como “un procedimiento que complementa al sistema judicial”, pero hoy le vamos a dar una vuelta más a este significado para encontrarle sentido en el contexto escolar.
Hablaremos en que consiste, fases y sus principales ventajas.
En abril del año pasado cuando nos acercábamos con varios post dedicados a este tema, hicimos referencia a la voluntariedad, confidencialidad, imparcialidad e intervención personal de los implicados en esta técnica.
La mediación escolar es un proceso en el que una persona imparcial (mediador), facilita las condiciones para que los protagonistas de un conflicto tengan la oportunidad de analizar sus distintos puntos de vista y llegar a un acuerdo satisfactorio, sin recibir presión ninguna.
No solo son sus protagonistas alumnos, también existen mediaciones en que las partes son profesores o incluso, profesor vs alumno.
El interés por la mediación escolar está creciendo como consecuencia de los conflictos que se producen por el deterioro de las relaciones interpersonales en las escuelas y lo que se presente transmitir con ello se aproxima a fomentar habilidades de comunicación, asertividad,identificación de emociones, empatía y escucha activa.
Estas son sus fases:
1.- Detectar el conflicto. Saber que personas lo solicitan y por qué. Se les debe de explicar en qué consiste y si puede el conflicto ser mediado. No todos pueden serlo (otro día os explicaré el por qué).
2.- Preparar el espacio. Se trata del espacio en el que transcurre la mediación. Es vital encontrar un espacio neutral y tranquilo donde crear un clima de confianza mutua.
3.- Verbalizar las versiones del conflicto. Los mediadores escuchan a las personas afectadas y parafrasean lo que van oyendo, es decir, lo repiten en voz alta para que quede bien explicado y entendido por ambas partes.
4.- Ahondar en la naturaleza del conflicto. Enfocar el conflicto desde diversos puntos de vista. Es momento de intentar que las partes se pongan en el lugar del otro.
5.- Propuestas que favorezcan la resolución. Exposición de las posibles soluciones al problema buscando fomentar la cooperación y la capacidad para llegar a un acuerdo.
6.- Pactar. Las partes verbalizan a qué pactos han llegado, plasmándolo en una ficha ya confeccionada para esta fase y se fija una fecha para su revisión.
7.- Finalización de la mediación. Después de un tiempo razonable, el mediador reúne a las partes para hacer una valoración de lo sucedido, revisando lo que ha funcionado o no, lo que les ha aportado y su incidencia.
Este tipo de mediación presenta una serie de ventajas:
El alumnado aprende que, de forma pacífica y mediante diálogo, se pueden resolver los problemas.
Se trabajan valores como la participación, cooperación, respeto y la comunicación entre otros.
En definitiva una transformación de conflictos para reconstruir relaciones. Humilde y personalmente, un concepto enriquecedor.
Como dijo Martin Luther King, pastor estadounidense de la Iglesia bautista que desarrolló una labor crucial en Estados Unidos al frente del movimiento por los derechos civiles para los afroamericanos “Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos”
Inmaculada Langa
Licenciada en Psicopedagogía
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